sábado, 12 de julio de 2008

Triatlón Kumgang, julio 2008



Los problemas con la configuración del cuentakilómetros que iba estrenando ese día casi nos hace perder la carrera antes de empezar. Este artilugio es imprescidible para la orientación y justo en el último momento antes de montarnos en la camioneta que nos llevaría al Rompido conseguimos con ayuda de JuanOno dejarlo configurado e instalado en mi bici.


La piraguas nos esperaban en la orilla. Cogimos una y empezamos a calentar un poco, practicando el abordaje con algunas de las parejas amigas que competían con nosotros. Saludamos incluso a la expedición bicicletera agonía del sábado sabadete que hacía un alto en el camino en el puerto deportivo del Rompido.


Nos preparamos para la salida. Todas las piraguas reculamos hacia las piedras del puerto. Alejarnos un poco de la aglomeración nos resultó de gran ayuda, porque aunque estábamos un poco retirados, nos sirvió para remar sin estorbos y colocarnos en primer lugar.


Dos piraguas remaban por el exterior mientras nosotros nos dirigíamos por el interior de la isla que se forma antes de doblar hacia el Terrón, arrastrando así a la mayoría de la expedición.


- DaniH2O: ¿Por donde es Carlos?

- Calandraka: Puedes coger por fuera o por dentro.

- DaniH2O: Yo cojo por donde tu vayas.

- Calandraka: Pues por aquí.


La pareja Fabio-JuanCarlos nos coge la aspiración y se colocan cómodamente detrás nuestra.


- ¡¡ Pasad palante y dad un relevito rémoras !!

- Con lo bien que se va aquí.


Nos dieron un relevo, pero en un cambio de ritmo se alejaron un poco. Los 10 kilómetros de remo son muy largos y empezamos a remar con un poco de cabeza. Poco a poco las cosas se fueron poniendo en su sitio, pero aunque nos pasaron varias parejas, conservamos un buen puesto en la carrera entre los diez primeros, eso si, alejados del grupito de cabeza.


Entre los que se alejaban estaban una de las parejas del Triatlón Punta, los reketes Cozi-Mané, DaniH2O y su compañera… pero lo peor de todo llegó al doblar hacia el Terrón en dirección norte. ¡¡ Que bofetá en toa la cara !! Aquello no era una galerna del cantábrico porque estábamos en las marismas de Cartaya… hacíamos hasta caballitos en las olas. Recuperamos un poco de terreno alcanzando de nuevo al equipo Fabio-JC. Mientras la mayoría navegaba por la margen derecha en dirección a Cartaya, nosotros nos refugiamos entre las embarcaciones amarradas en el puerto del Terrón y seguimos por la margen izquierda pegados a la orilla, donde el viento hacía menos daño.


Gran parte de la carrera en el agua (y después en la bici) la hicimos juntos Fabio-JC y Calandraka-Coleta. Somos amigos pero la competi es la competi, así que empezamos con la guerra psicológica.


- Coleta: ¡¡ Fabioooo, rema !!. Va dejá ar chavá solo remando.

- Calan: ¡¡ Juan Carlooooo, que estás remando tu solo!!. Dile a tu compañero que reme un poco.


Nuestra intención era crear la discordia y el enfrentamiento interno en la piragua contrincante y provocar un motín haciendo creer al de proa que el de popa no remaba, pero no tuvimos mucho éxito. El grupo de cabeza estaba lejos, pero por detrás tampoco se veía a nadie. Del David-Conde ni rastro, perdidos en el agua, perdidos en la tierra, en fin un desastre. Solo una pareja a unos 100 metros se acercaba peligrosamente hasta que nos pasó. No intentamos ni seguirles el ritmo, pero al adelantar a la pareja Fabio-JC se pegaron como lapas hasta la meta consiguiendo sacarnos unos 50 metros de ventaja.


Nos metemos por fin en un recodo de la marisma que conduce al embarcadero. Por fin se termina el infierno… acabamos la piragua en el puesto nº 12 con un tiempo de 1 hora y 46 minutos. Empezamos a correr viendo delante nuestra a Fabio y Juan Carlos por las calles de Cartaya.


Atravesamos el pueblo de parte a parte, desde el embarcadero hasta el salón de exposiciones donde estaban los boxes. Salimos juntos las dos parejas y rodamos en bici juntos hasta el puente de la vía verde, entrando en el enduro de Cartaya, donde estaba el primer control de la bici.


Seguimos por el enduro hasta que empezamos a ver gente desorientada, entre ellos, DaniH20 que salió de los primeros en la piragua con su compañera. Volvimos atrás, deshaciendo el camino, y otra vez adelante.


El plano confundió a mucha gente. Lo que parecía un puente en el croquis en realidad no era un puente y la gente buscaba un control antes de pasar por él. En ese punto nos juntamos un buen pelotón de gente que no sabía qué hacer, incluso Fabio-JC se separaron de nosotros y siguieron al pelotón en la dirección errónea. El camino correcto había que seguirlo interpretando literalmente la dirección y la distancia del plano. Lo del dibujo no era un puente sino agua, el agua del canal, y el control no estaba antes del puente, sino que había que atravesarlo. A partir de ahí todo fue mucho más fácil. Encontramos por fin el control nº 2. Del control nº 2 al nº 3 el terreno arenoso nos dificultó bastante el pedalear, pero la dirección era la correcta. Ibamos solos, demasiado bien. Tanta era la convicción de que solo nosotros habíamos encontrado el buen camino que al llegar al control nº 3 le pregunte a la organización:


- ¿Somos los primeros?

- No, los quintos.


Nos acercábamos al control nº 4 donde comenzaba otro tramo de carrera a pie. A lo lejos se veían dos ciclistas… eran los reketes Cozi y Mané, ya los tenemos, pensé para mi… pero ellos ya habían terminado la carrera a pie, mientras a nosotros nos quedaba un kilómetro de pateo por delante.


- “Antes muertos que dejarnos coger”.


Fue el grito desafiante del Cozi mientras se montaban en la bici y nos veían alejarnos corriendo por el camino. Volviendo desde el punto más alejado hasta donde dejamos las bicis nos cruzamos con la pareja Sergio-Gabriel, que por cierto llevaban un gran ritmo corriendo, y otra pareja cartayera.


Tras una pausa dudando qué dirección seguir lo vi claro y le dije a mi compañero que me siguiera. La vuelta en bici ya sería hasta Cartaya sin ningún control, a una velocidad vertiginosa con terreno y viento favorables. Perfectamente coordinados con los parciales de distancia de mi bici y el croquis que llevaba el Coleta nos acercábamos al pueblo a marcha forzada.


No pudimos finalmente coger a los reketes, aunque al mirar atrás vimos a una pareja que se acercaba. No sabíamos si estaban en competición o no, pero nos puso el cuerpo malo.


- Coleta, que vienen dos tíos por detrás.

- Nos cojen, nos cogen.

- Aprieta.

- La meta está ahí.

- Ya no nos cogen, se han quedao, ya estamos ahí Antonio.


Efectivamente no era ninguna pareja perseguidora, y si estaban en competición, se habían saltado algún control fijo, porque no era ninguna de las parejas que nos cruzamos corriendo en el último control.


En la línea de meta nos esperaban Cozi y Mané, no se si descansando del esfuerzo o regodeándose de su victoria en el duelo particular rekete-agónico. Le dimos deportivamente la enhorabuena por el 4º puesto. En cuanto a nosotros, que contamos los trofeos por participaciones en este triatlón, terminamos en 5º lugar con 3 horas y 40 minutos. Y es que, ¿ que es un triatlón kumgang sin la pareja agónica Calandraka Coletera ?.

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