sábado, 3 de noviembre de 2007

Maratón MTB La Palma (3nov07)



La salida neutralizada de La Palma no tiene nada que envidiarle a algunas carreras de larga distancia. Dio tiempo para mucho, visita turística al pueblo, algunos sustos con frenazos repentinos incluidos, saludos entre conocidos, vendettas y mal de ojos en plan de broma…

- ¡ Calandrakaaaaaa !
- Hombre Cristian, te voy a vigilar de cerca. En Paterna me quedé a 4 minutos de ti, pero hoy te voy a ganar.
- Hoy puede que me ganes. Estoy chungo.
- ¿Y eso?
- El resfriao.

Efectivamente estaba chungo como después me contaron los padres, así que el repaso de hoy no cuenta mucho para ser justos.

Tras el larguísimo recorrido neutralizado, la salida oficial dio comienzo a las afueras del pueblo, con algunos de los ciclistas del club de La Palma esperando a todos los demás en la línea de salida, con dos cojones. Los primeros kilómetros de carretera, más de media hora de pedaleo en dirección al pantano del Corumbel, discurrieron en pelotón compacto y a ritmo suave, salvo algún tironcillo al que reaccioné para seguir con el grupo de cabeza junto a mi compañero Dani.

Se vivió algún momento de tensión en el pelotón cuando rodábamos por la parte final de la carretera en obras, por culpa de los conos que más de uno tuvimos que esquivar, y alguno que otro tuvo que comerse con papas. Menos mal que era en subida.

Seguíamos rodando hacia arriba, pero ya sobre la tierra, y aún con el grupo de cabeza. Fabio rodaba conmigo a esas alturas y se sorprendía de seguir en esa privilegiada posición.

- ¿Ese es el grupo de cabeza?
- Si… ese es.
- ¿Y que hacemos aquí?

Pero esto no iba a durar mucho. En las primeras rampas fuertes no aguanté en el grupo inicial. Dani, que a la postre harían un carrerón, se me alejaba sin poder seguirlo, y en esos momentos empecé a pensar que esta carrera no iba a ir a bien. RKTSalva también me pasaba en las rampas más duras de la subida a la Caba sin poder aguantarle. JCarlos Alcolea y Regino MKM también me pasaron muy rápido sin posibilidad de pegarme a ellos. Esto olía mal, pero afortunadamente esas malas sensaciones iniciales pasaron, en realidad debido a la fuerte salida como de costumbre, y a partir de ahí cogí mi ritmo.

Poco a poco me fui encontrando mejor. Tanto que en la bajada de La Caba, a partir del kilómetro 35, contacté con JCarlos y Regino, rodé con ellos un poco, los pasé, y en la subida a Berrocal incluso les metí más metros de ventaja. Ventaja que JCarlos me neutralizó en el avituallamiento de Berrocal mientras llenaba el bote de agua y cogía alguna fruta, mientras que él, con una táctica de parada 0 me pasó como una bala. Aunque lo fui viendo durante mucho tiempo en la subida de Peñas Blancas, la distancia fue a más, demostrando que las segundas partes de sus carreras son fortísimas.

Al que si veo de nuevo es a Salva, al que me acerco poco a poco en la subida a Peñas Blancas, en esos momentos yo ruedo muy bien, pero él no pasa por sus mejores momentos. Quizás esté pagando ahora ese tirón tan fuerte que hizo kilómetros atrás. Le doy ánimos, pero tal fue la facilidad con la que lo pasé, que en mi interior pienso que voy a meterle mucho tiempo en meta. Al final mi ventaja sobre él no llegó ni al minuto, porque o su recuperación fue muy buena, o mi último tramo por las pistas de Villarrasa fue pésimo, o las dos cosas a la vez.

En el kilómetro 60 como no… el de siempre, el que viene de atrás y me pasa con precisión matemática a los ¾ de todos los maratones, Humberto, acompañado esta vez por el Artefacto. Vienen de atrás viéndome durante mucho tiempo como me contaría después Hbo en meta, y se van igual que vinieron… lenta pero inexorablemente.

Después de coronar Peñas Blancas me encuentro al Misto parado en el camino.

-¿Qué te pasa Misto?
- Que estoy muy viejo.

Tiro de él y rodamos juntos mucho tiempo… los amagos de calambre los controlo y no me llegan a dar. En los inicios de la subida al Manzanito se nos unen a la marcha Toti de Lepe, un compi de equipo suyo y otro invitado. En la última rampa antes de coronar está el Pantera cámara en mano y dando ánimos.

- ¡ Vamos ! Aguanta la última rampa. Ese grupito que llevas es muy bueno.

Los ánimos hicieron efecto y no me rendí. En el avituallamiento nos separamos del grupo Misto y yo. Le doy agua porque creía que llevaba y no se abasteció. Yo cogí al vuelo una bebida isotónica y una botellita de agua, bebí y llené mi bote. Miramos atrás y no se veía a nadie. Nos conviene que nos cojan pero tardan mucho en alcanzarnos. Cuando enlazan con nosotros ya estamos entrando en el tramo más bonito de la carrera, unos senderos con curvas y rampas arriba y abajo que nos llevan al puente de Gadea. Vamos muy rápido, tirando unos y otros sin bajar el ritmo. En la última rampa antes de coger las pistas hacia Villarrasa me separo un poco del Misto y Toti, me quedo solo detrás de ellos y los veo alejarse poco a poco en la distancia.

Lo que viene ahora es un suplicio, pistas anchas con piedras y viento de costado. Llego a Villarrasa junto a Jose Antonio Aguaded Medina, compañero de Toti en el Biciclub Lepe. Iba muerto, pero ya quedaba muy poco, último repecho y bajar a meta. Le digo a mi compi de ruta que entre primero en meta ya que lo veo más fresco y creo que iba conmigo más que yo con él, pero gentilmente me cede ese puesto.

La meta en bajada se agradece y nos basta con dejarnos caer llegando a las 4 horas y 40 minutos. La posición 42 de la general y 19 en master 30 no está mal, sobre todo teniendo en cuenta que este tipo de carrera con tanta pista no me conviene. En Cartaya habrá de todo menos pista, una maratón para hacer la cabra. ¡ Pistas no, bases fuera !

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